Todos fuimos sorprendidos el 11 de marzo de
este año, con una noticia que asombró al mundo: El tsunami que golpeó con fuerza
a Japón, específicamente en las provincias de Iwate y Miyagi, que genero la devastación
de la ciudad de Mikayo.
A la vez que nos hemos sentido identificados
con el dolor de los japoneses también fuimos desafiados al ver la actitud de
este pueblo, como en orden, sin perder el control en ningún momento, aceptaban
resignados las pérdidas de sus seres queridos y la pérdida de sus bienes.
Pero no pude dejar de asombrarme ayer cuando leí
algo que impacto nuevamente mi corazón: De que en Tokio utilizarán los escombros del
tsunami como tierra de relleno.
Según la agencia local Kyodo, ya se destinaron
30 toneladas de escombros procedentes de la devastada ciudad de Miyako y para marzo del año entrante prevén recibir
11.000 toneladas en un plan para desechar y reutilizar hasta el 2013 unas
500.000 toneladas.
El objetivo es utilizar los residuos y cenizas
como tierra de relleno en varios desarrollos urbanísticos ganados al mar, una práctica
muy extendida en Tokio y en otras grandes ciudades costeras de Japón.
No obstante Tres plantas de ‘gestión de
residuos’ de la capital nipona medirán y cuidaran si en dichos escombros
procesados, no existen niveles de radiación nocivas para la salud.
¡Que sorprendente! ¿Verdad? Esta noticia, en
forma particular, me dejo tres aplicaciones prácticas para mi vida y espero que
también pueda ser de bendición para la tuya.
A) Nadie llama, ni anhela, ni espera un ‘tsunami’
en su vida. La mayoría de las veces, las dificultades ingresan en nuestras
vidas sin pedir permiso previamente. No obstante, que bueno es aprender de que,
más que nunca en esas momentos, debemos tener paciencia, no desesperarnos y
muchas veces como aconseja Dios a través del salmista en Salmo 46: 10 “estad
quietos y conoced que yo soy Dios…” Esta actitud es importante para sacar
lecciones de las adversidades y también para tener la calma suficiente a fin de
tomar decisiones sabias y no precipitadas. La pregunta ya no es ‘¿porque? Sino …
¿para qué?
B) ¿Que
hacemos con ‘los escombros’ que dejo el tsunami? Japón nos da una enseñanza práctica.
Utilizar los mismos como ‘tierra de relleno para ‘nuevos desarrollos urbanísticos’
¡Que lección! Muchos desechan ‘los escombros’
(problemas, adversidades) en cambio la actitud correcta es utilizar los mismos
para nuevos proyectos, nuevos sueños, nuevos desafíos. En vez de llorar,
deprimirnos o amargarnos podemos utilizar esos vestigios como catapulta para
nuevos desafíos. En Jeremias 6: 16
leemos: “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las
sendas antiguas, cual sea el buen camino y andad por él y hallaréis descanso
para vuestras almas…” Lo que Dios les decía, es saquen lecciones de las sendas
antiguas, de lo que pasaron, para que sean más sabios. Paren, pregunten, tracen
y sigan el buen camino. Pero lastimosamente muchos dijeron: “no andaremos”, que
pena ¿verdad?
¡Dios no mira nuestras vidas como ruina, sino
que la observa como una preciosa materia
prima para edificar algo nuevo! Hay una nueva oportunidad en El! Gloria a Dios!
C) Medir diariamente el ‘nivel de la radiación’.
Ver qué cosa de ‘nuestros escombros’ no edifican, no bendicen y si son tóxicos
para el espíritu, el alma y el cuerpo.
Algunos siguen acariciando sus malos recuerdos, siguen con sus ‘porqués’
y lo único que hacen es intoxicar su ser. Algunos siguen con sus tradiciones
muertas cuando que Dios quiere darle lo nuevo. Hagamos lo que dice el Ap. Pablo
en Filipenses 3:13 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero
una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo
que está delante” Esa es la actitud del vencedor: Drenar, desechar lo que no
edificar, y proyectarse ‘hacia la meta’
Recuerda: DIOS NO MIRA NUESTRAS VIDAS COMO RUINAS,
SINO QUE LA OBSERVA COMO UNA PRECIOSA MATERIA PRIMA PARA EDIFICAR ALGO NUEVO
Que el
Buen Dios te bendiga grandemente!!
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