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Este blog ha surgido con el proposito de bendecir a las vidas, con un breve mensaje que llegue Directo al corazon.

Para ello, tomare situaciones y/o eventos cotidianos en donde extraere algunas aplicaciones espirituales.
Esperando que pueda servir para la edificacion, te saludo en el Amor del Señor.


martes, 22 de noviembre de 2011

¿PARA HABLAR CON DIOS?


Según ‘El Minuto Digital de España” un egipcio llamado Abdullah Seyd Ahmed intentó abandonar un avión estando a 8.000 metros de altura durante el vuelo desde la ciudad de Sharm Al Seikh a la capital del país, El Cairo, con 144 personas a bordo de la aeronave.
Abdullah Seyd procuró abrir la puerta y salir del avión.  Otros pasajeros y un oficial del servicio de seguridad lograron impedir la maniobra, le ataron las manos y tras el aterrizaje lo entregaron a la Policía del aeropuerto internacional de El Cairo.
Ya en tierra el detenido, Abdullah Seyd Ahmed, relató a los policías que hace una semana se quedó sin un trabajo prestigioso y regresaba con ese avión a su ciudad natal. A la altura de 8.000 metros, al ubicarse “tan cerca de Dios”, el hombre decidió salir del avión para discutir con el Altísimo sus problemas y “pedir a gritos su ayuda”.
Amigo/amiga. De este relato podemos sacar algunas lecciones prácticas.
A- La gran bendición que poseemos los que le tenemos a Cristo en el corazón, por este medio de comunicación tan importante y efectivo que Él mismo nos dejó: La oración.
A muchos mártires le detuvieron en la época del comunismo procurando que apostataran de su fe, pero no contaban que los mismos en sus catacumbas clamaban a Dios y se fortalecían en El.
En Hechos 16 vemos que luego de ser azotados Pablo y Silas oraron, cantaron a Dios y el Señor permitió un terremoto que derribó los barrotes de la cárcel,  las cadenas cayeron y fueron sueltos. ¡Que gran bendición es el que podamos acudir a Dios a través de la oración!
¡Que las cárceles de tus adversidades, se abran en el Nombre del Señor!
B- La otra enseñanza que podemos extraer de lo que hizo Abdullah Seyd y que quizás él mismo desconocía, es que no necesitamos estar a 8.000 metros de altura para hablar con Dios. ¡Podemos acudir a Él en donde estemos! ¿Recuerdas el teléfono de Dios? Se encuentra en Jeremías 33: 3 “Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”
El Señor Jesús, enseñando acerca de la oración,  dijo: “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré” Juan 14: 13-14 ¡Gloria a Dios!
¡Que gran privilegio y bendición tenemos los hijos de Dios, que podamos acudir a Él en oración, en cualquier momento y en cualquier lugar!
Por ello, no dejes de clamar. ¡En Dios está la respuesta que buscas! Que el Señor  te bendiga!

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